Fotos de perros con leishmaniasis

Síntomas de la leishmaniosis en perros
Figura 1. Diagrama de flujo que representa el proceso de selección de perros utilizado en el presente estudio. De un total de 170 perros, que vivían en una zona endémica de leishmaniosis visceral zoonótica, se constituyeron dos grupos de perros con leishmaniosis canina (CanL), que fueron tratados con miltefosina en combinación con alopurinol (MT+A) o con antimoniato de meglumina en asociación con alopurinol (MG+A) junto con un grupo de perros clínicamente sanos (Grupo Control-CG). Estos perros fueron negativos para las enfermedades transmitidas por vectores caninos (CVBD). ALT: alanina aminotransferasa; AST: aspartato aminotransferasa; BUN: nitrógeno ureico en sangre.
Para reducir las molestias y garantizar el bienestar del perro, la cantidad de tomas de muestras y su periodicidad se redujeron al mínimo. Se recogieron muestras de sangre, ganglios linfáticos poplíteos y médula ósea de perros sanos (grupo de control) y enfermos antes del inicio del tratamiento (Tp0) y luego de perros enfermos, 1 (Tp1), 2 (Tp2) y 3 meses (Tp3) después del inicio del tratamiento. Las muestras recogidas de los perros enfermos en Tp0 se utilizaron, no sólo, para establecer los niveles basales de acumulación de ARNm de citoquinas, sino también, por razones éticas, para servir como controles de sí mismos, evitando la necesidad de un grupo extra de animales enfermos sin ningún tratamiento. El éxito del tratamiento se volvió a evaluar clínica y serológicamente 6 meses después del diagnóstico inicial para cada animal tratado (Figura 2). Cada perro se inscribió en uno de los dos protocolos de tratamiento (Figura 1), de acuerdo con los siguientes criterios:
Transmisión de la leishmaniosis canina al ser humano
Leishmaniosis - Tendencias en epidemiología, diagnóstico y tratamiento Acceso abierto Nuevos avances en el diagnóstico de la leishmaniosis visceral canina Escrito por Patrícia Sampaio Tavares Veras, Deborah Bittencourt Mothé Fraga,
4. ConclusiónEn resumen, la evaluación clínica detallada complementada con una prueba de alta sensibilidad permite la identificación adecuada de los perros infectados en una zona endémica. La evidencia muestra que el uso de una prueba serológica rápida asociada a una prueba de diagnóstico molecular con alta especificidad, como la qPCR, es necesaria para la identificación de todos los perros infectados, tanto asintomáticos como sintomáticos. Por otro lado, en el caso de los perros enfermos es necesario un diagnóstico correcto, bien para realizar el sacrificio canino en los países en los que esta medida se utiliza como estrategia de control de la LV, bien para definir el tratamiento. En este caso, se debe asociar una evaluación clínica detallada con pruebas bioquímicas y hematológicas para identificar signos de insuficiencia renal y hepática, junto con una prueba serológica para confirmar la condición clínica del animal.
Coste del tratamiento de la leishmaniosis en perros
En un artículo publicado en la revista PLOS ONE, científicos brasileños demuestran que el número de perros domésticos en una zona influye en el riesgo de transmisión de la enfermedad y que las áreas en las que se producen casos siguen siendo zonas de alto riesgo (foto: Patricia Matsumoto)
Los científicos recogieron 6.578 muestras de sangre de perros que vivían en 3.916 hogares entre noviembre de 2019 y marzo de 2020. "Nuestro análisis de las muestras de sangre detectó LV canina en el 5,6%, mientras que el mapeo geoespacial de los hogares de la ciudad encontró que el 8,7% era positivo para LV. La diferencia se debió a la separación de las muestras biológicas de las variables a escala de los hogares, en particular las características culturales y socioeconómicas, que modifican localmente la tasa de prevalencia de la enfermedad", declaró Matsumoto.
Las zonas en las que se había dado la LV en el pasado seguían siendo zonas de alto riesgo para la enfermedad. "Si el parásito se detecta de nuevo algún tiempo después, ¿dónde estaba durante el periodo en el que no hubo perros infectados ni casos humanos, dado que requiere un hospedador? ¿Qué ocurre en ese entorno? ¿Hay algún tipo de residuo que pueda persistir?", afirma el biólogo José Eduardo Tolezano, último autor del artículo y director técnico del CPM-IAL.
Leishmaniosis canina
Marcus Valérius de Matos Freitas Cristiane Ferreira da Luz Brun Marcelo Campos Rodrigues Georgia Brenda Barros Alves Ariane Farias Leal Esther Machado de Carvalho e Silva Lucas Grolli Ana Maria Quessada Sobre los autores
Este estudio tuvo como objetivo caracterizar las enfermedades oculares en perros naturalmente afectados por leishmaniasis visceral en Teresina, Estado de Piauí, Brasil. El diagnóstico se realizó mediante exámenes parasitológicos de la médula ósea y muestras de ganglios linfáticos. Los principales hallazgos oftalmológicos fueron uveítis, conjuntivitis, blefaritis, queratitis y queratoconjuntivitis seca. La anemia normocítica normocrómica fue el principal hallazgo hematológico, seguido de la trombocitopenia. También se examinaron las proteínas plasmáticas, y se observó hiperproteinemia, hipergammaglobulinemia e hipoalbuminemia. El examen histopatológico ocular reveló una inflamación leve en la que participaban linfocitos, monocitos y macrófagos. Los resultados indican la necesidad de realizar un diagnóstico diferencial para descartar o establecer la presencia de Leishmania sp. en perros que presentan lesiones oftálmicas en regiones endémicas.